La minera presentó una nueva actualización ambiental que extiende la vida útil del yacimiento a 25 años, incrementa la capacidad de procesamiento y proyecta una mayor demanda de empleo. También incorpora mejoras en el uso del agua, con un sistema multifuente y reutilización del 73% del recurso.
El proyecto minero Josemaría, uno de los pilares del complejo Vicuña en Iglesia, presentó una nueva actualización de su Informe de Impacto Ambiental ante el Ministerio de Minería de San Juan. La principal novedad: su vida útil se extenderá de 19 a 25 años, gracias al hallazgo de zonas con mejor ley mineral y a un rediseño técnico que permitirá procesar más material por día.
La empresa informó que el ritmo de procesamiento pasará de 150.000 a 175.000 toneladas diarias, lo que implicará una mayor demanda de mano de obra, especialmente durante la etapa de construcción, donde se estiman picos de hasta 10.000 trabajadores. Además, se proyecta un fuerte impacto en el empleo indirecto y en la contratación de servicios locales.
En materia ambiental, el nuevo diseño incorpora un sistema hídrico multifuente que busca reducir la presión sobre los acuíferos cercanos. Se sumará un nuevo campo de pozos en La Majadita y se contempla, a futuro, el uso de agua desalinizada del Pacífico. La empresa estima reutilizar el 73% del agua en su circuito interno, reforzando su compromiso con la sostenibilidad.
La actualización también será presentada esta semana a las comunidades de Iglesia y Jáchal, en reuniones informativas. Josemaría se prepara así para ingresar al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), mientras avanza en el diseño de un plan integrado con Filo del Sol, que podría extender la actividad minera en la región por más de 80 años.
