El Gobierno apuesta a que los dólares del petróleo, el gas, el cobre y el litio sirvan para sostener este tipo de cambio y evitar devaluaciones.
La idea de que los dólares generados por las exportaciones de petróleo y gas a partir de la energía de Vaca Muerta y la minería de cobre, litio, oro y plata en el Noroeste del país pueden «salvar» a la economía argentina cobra cada vez más fuerza en el debate público, aunque todavía tiene varios escépticos.
Durante su exposición en la feria ArMinera 2025, esta semana el secretario de Coordinación de Energía y Minería, Daniel González, expresó: «Creo que, en conjunto, la minería más el petróleo y el gas cambian para siempre la matriz de Argentina. O sea, la restricción externa con la que vivimos durante muchísimos años desaparece por completo«.
Se estima que hacia principios de la próxima década, el país podrá exportar energía por unos 30.000 millones de dólares al año, que son US$ 20.000 millones más que en 2024, entre el petróleo crudo, el gas natural por gasoductos a la región y el gas natural licuado (GNL) por barcos hacia el resto del mundo.
La minería, a la vez, podrá crecer según las previsiones de las empresas hasta los US$ 12.000 millones hacia 2032, principalmente mediante el desarrollo del cobre, que hoy no se explota en la Argentina. El Gobierno piensa incluso que ese número podría trepar a US$ 20.000 millones por año e incluso a partir de 2030.
Luis Lucero, el secretario de Minería, confía en que los grandes proyectos de cobre van a estar operativos desde el 2029, y van a ser mucho más importantes que los de litio, que ya están en producción.
Otras fuentes oficiales, no obstante, son más cautas. Hay áreas gubernamentales que admiten que las exportaciones de la energía y la minería no terminarán para siempre con los problemas de escasez de divisas que tiene el país, pero ayudarán con determinación a equilibrar el balance cambiario y hacerlo menos dependiente de la estacionalidad. Todavía hoy el campo, que es el principal sector exportador, liquida la mayor cantidad de dólares entre abril y julio, para que en el resto del año el Banco Central (BCRA) tenga que ir administrando esa oferta.
Un informe de Equilibra, la consultora que dirige Martín Rapetti, proyecta que la economía argentina tendrá una necesidad de 214.000 millones de dólares entre 2026 y 2030 (un promedio anual de US$ 42.800 millones) para hacer frente a toda la demanda de divisas, cifra que podría ser menor si aumentara el tipo de cambio real; es decir, la actual relación entre el peso y el dólar no sería suficiente.
Esteban Domecq, director de Invecq, postuló en uno de los paneles de ArMinera que la minería aportará 10.000 millones de dólares en exportaciones dentro de tres años (partiendo de US$ 4.700 millones en 2024) y llegará a un total de US$ 20.000 millones para 2035.
Mientras tanto, con un resultado negativo en la cuenta corriente y reservas negativas, el economista planteó que la solución va a estar con una vuelta al mercado financiero «lo antes posible», con «algún aporte de capital» y las inversiones mediante el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).
«La cuenta corriente ya no te puede dar, los precios internacionales están muy bajos, la actividad está en zona alta y demanda dólares, y con ese tipo de cambio no se incentivan las exportaciones», analizó Domecq.
Para Dante Sica, presidente de Abeceb, «Argentina está en las vísperas de un salto exportador importante, por cantidades más que por precios. Y se vincula a todo el complejo de energía, minería y tecnología con los servicios basados en el conocimiento. A partir de 2030, las exportaciones van a superar los 110.000 millones de dólares por año, y dejarán atrás el promedio histórico reciente de US$ 80.000 millones«.
Sica también prevé que el campo va a tener una mejor rentabilidad interna por la baja o eliminación de las retenciones y eso tirará abajo al tipo de cambio, por lo que la competitividad futura se ganará con «economía abierta, desregulaciones, reforma tributaria sin impuestos distorsivos y reforma laboral».
«Este salto de exportaciones sirve para superar la restricción externa, aunque se necesita un programa de mejora de la competitividad muy fuerte», completa.
Fuente: Clarín