Los organizadores del acto estimaron que la concurrencia fue superior al “medio millón de personas”, aunque no se difundieron hasta el momento cifras oficiales. Máximo Kirchner ingresó a la plaza a la cabeza de la columna de La Cámpora y se limitó a decir: “Gracias a todos en nombre de Néstor”.
Seguía atenta y conmovida una multitud que se acercó hasta la Plaza de Mayo y que no encontró a su líder en el escenario. Detrás del escenario, en una suerte de sector vip, se amontaban dirigentes del PJ. Estuvieron el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, que ingresó cuando el discurso recién comenzaba. También se divisó a Sergio Massa y a senadores y diputados nacionales de Unión por la Patria.
En la Plaza de Mayo, cerca del escenario, se amontonaron las columnas de militantes tal vez más fieles a la líder kirchnerista. Además de La Cámpora, que ocupó el lateral de Hipólito Yrigoyen, se distinguieron las banderas de aliados como Partido Comunista Revolucionario y el MAS, pero también consignas identificatorias de intendentes del conurbano y de gremios.
“Este modelo que ahora encarna Milei es insostenible en términos económicos. Tiene vencimiento como el yogur. Ya lo vimos con Martínez de Hoz y Cavallo, en los 90. ¿Cómo se sostiene un modelo donde la gente tiene que tarjetear la comida y no puede pagar la tarjeta, donde es mejor comprar ropa afuera ya que es más barata que en el país?”, criticó Cristina el rumbo económico de la gestión libertaria.
“El verdadero poder económico sabe que este modelo económico se cae. Y por eso estoy presa. Pueden encerrarme a mí, pero no van a poder encerrar a todo el pueblo argentino. Yo estoy aquí presa sin siquiera poder salir al balcón. Menos mal que no tengo macetas con plantas porque no las podría regar. No me dejaron competir porque saben que pierden”, señaló en uno de los tramos más aplaudidos.
“Tenemos que organizarnos, sin violencia, pero con coraje. El pueblo argentino sabe ponerse de pie. Volvió con Perón, volvió con Néstor. Vamos a volver con más sabiduría y con más fuerza. Desde donde me toque estar, desde la trinchera, voy a estar. Tenemos pueblo, tenemos memoria, tenemos patria. Vamos a volver”, se entusiasmó casi sobre el final del mensaje grabado.
Después de un breve paréntesis, su voz volvió a la plaza, pero fue en vivo, en una comunicación espontánea, de casi un minuto y medio. “Tenemos que darnos maña para comunicarnos ahora, con esto de la tecnología”, intentó relativizar este primer acto montado desde la prisión domiciliaria. Agradeció el apoyo y cortó.
El acto propiamente dicho había comenzado con la marcha peronista y un orador que presentó a la expresidenta como “víctima de un partido judicial mafioso”. Antes de presentarla, inauguró lo que llamó “el primer día de la resistencia”. Todo finalizó con la canción “Todo preso es político”, de Los Redondos de Ricota.
Fuente: La Nación