Las sanciones se encarecieron con un fuerte énfasis en combatir el alcohol al volante.
El Ministerio de Gobierno, a través de la Secretaría de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, anuncio las cifras, actualizadas según la Ley Nacional de Tránsito N° 24.449, particularmente en casos de conducción bajo los efectos del alcohol.
Desde el 1 de diciembre, la provincia de San Juan aplica un nuevo régimen de multas de tránsito que toma como base la Unidad Fija (UF), equivalente al precio de un litro de nafta Infinia, actualmente fijado en 1.419 pesos.
Este incremento responde no solo al ajuste inflacionario, sino también a la firme adhesión de la provincia al marco regulatorio nacional y a los decretos locales establecidos por la Ley Nº 6.684.
La multas por conducir en estado de ebriedad aplicada a conductores de transporte público, alcanza los 851.400 pesos, mientras que en el caso de automovilistas particulares, asciende a 354.750 pesos.
El Juzgado de Faltas, bajo la órbita de la Secretaría de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, enfatiza que estas cifras buscan algo más que recaudar: pretenden disuadir.
Entre las principales infracciones, además del consumo de alcohol, destacan otras que también sufrieron incrementos en sus montos:
Falta de habilitación o registro vencido: multas que oscilan entre 212.850 y 851.400 pesos, dependiendo del tipo de vehículo.
Exceso de velocidad: sanción fija de 354.750 pesos.
No utilizar cinturón de seguridad: 212.850 pesos.
Transporte de pasajeros excedentes: 141.900 pesos.
Por otro lado, se mantienen las penalidades para los propietarios que permiten que sus vehículos sean conducidos por personas no habilitadas o menores de edad. Estas infracciones conllevan sanciones que también pueden superar el medio millón de pesos.
El aumento en los valores de las multas no es una medida aislada, sino parte de una estrategia integral del Ministerio de Gobierno para reducir los accidentes y proteger a los ciudadanos.
Desde la Secretaría de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, recalcan que este esfuerzo es complementado con educación vial y controles estrictos, pilares fundamentales para cambiar los hábitos y construir una sociedad más responsable en las calles.
En San Juan, cada infracción que impacta en el bolsillo debe interpretarse como un paso hacia un futuro donde las tragedias por irresponsabilidad al volante sean solo un mal recuerdo.