En una entrevista en el programa Redacción San Juan, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de San Juan de Cuyo, Monseñor Gustavo Larrazábal, compartió su mirada sobre el rol de la Iglesia en tiempos de crisis, su trayectoria pastoral y los desafíos del tercer sínodo diocesano.
En los estudios de Canal 4, Monseñor Gustavo Larrazábal ofreció una entrevista profunda y reflexiva en el programa Redacción San Juan, de Canal 4, donde abordó temas clave para la vida eclesial y social de la provincia y del país. Proveniente de Guaymallén, Mendoza, Larrazábal pertenece a la congregación de los misioneros claretianos, y ha dedicado gran parte de su vida a la editorial claretiana, donde trabajó durante 17 años, incluso colaborando en la publicación de obras del entonces Cardenal Jorge Bergoglio.
Una vida de servicio y palabra
Ordenado sacerdote en 1996, Larrazábal fue rector del santuario Nuestra Señora de Lourdes en El Challao, Mendoza, y ocupó diversos cargos en la arquidiócesis mendocina. Su pasión por los libros y la formación lo llevó a dirigir la editorial claretiana, donde se gestaron textos fundamentales para la Iglesia argentina.
“La tarea editorial fue una experiencia muy hermosa. Publicamos homilías, reflexiones y materiales pastorales que hoy siguen siendo referencia”, recordó.
El sínodo como espacio de escucha
Actualmente, Monseñor Larrazábal participa activamente en el tercer sínodo diocesano de San Juan, una instancia que busca renovar el compromiso de la Iglesia con su comunidad. “No es solo una reunión para debatir, sino una instancia legislativa que exige responsabilidad y acción”, explicó.
Los tres ejes del sínodo —escucha, misión y compromiso— fueron definidos tras una etapa presinodal que involucró a cientos de fieles. “La escucha es compleja, y debemos hacer un mea culpa. No siempre sabemos escuchar como Jesús lo hacía”, reflexionó.
Compromiso con la realidad social
Larrazábal no esquivó los temas sociales. Habló con firmeza sobre la pobreza, la violencia verbal en la política y la necesidad de un plan de crecimiento económico. “No me interesa si la pobreza es del 48% o del 50%. Es una cifra espantosa. Son personas sin esperanza”, afirmó.
Minería: ni fundamentalismo ni extractivismo sin control
Uno de los puntos más destacados de la entrevista fue su postura sobre la actividad minera, tema sensible en la región. “No se trata de decir sí o no. La minería debe tener controles, licencia social y cuidado del ambiente”, sostuvo.
Larrazábal llamó a evitar posiciones extremas: “No podemos ser fundamentalistas del no, ni aceptar cualquier tipo de minería sin condiciones. Hay que pensar en las generaciones futuras”. Reconoció que la minería aporta empleo y recursos, pero advirtió que “los beneficios deben estar bien distribuidos y no pueden comprometer la casa común”.
La violencia que nos atraviesa
Consultado sobre el clima de agresividad en el discurso público, Larrazábal fue contundente: “La intolerancia nos está haciendo daño. Pensar distinto no nos convierte en enemigos”. Citó el caso reciente de una amenaza de bomba durante un recital de Lali Espósito como ejemplo del impacto de la violencia verbal en la sociedad.
El rol de la Iglesia como puente
Finalmente, Larrazábal destacó que la Iglesia puede ser facilitadora del diálogo, sin tomar posturas partidarias. “Todos hacemos política en el sentido amplio, pero no debemos embanderarnos con partidos. Nuestro rol es acompañar y construir puentes”.
La entrevista concluyó con una bendición para el equipo del canal y un mensaje esperanzador: “Ser cristiano es estar comprometido con la realidad. No podemos mirar para otro lado”.
La entrevista completa: Aquí