El Presidente convocó a sus ministros en Casa Rosada para definir el rumbo político tras el revés legislativo que frenó reformas clave y puso en jaque el equilibrio fiscal.
En una jornada marcada por la tensión política, Javier Milei reunió de urgencia a su Gabinete en Casa Rosada para analizar los pasos a seguir luego de sufrir su peor derrota parlamentaria desde que asumió la presidencia. La convocatoria, realizada de manera sorpresiva en el Salón Blanco, tuvo como eje el impacto de las leyes aprobadas por la oposición en la Cámara de Diputados y el rechazo a varios decretos que sostenían pilares de su gestión.
La oposición logró aprobar 12 votaciones consecutivas, entre ellas el financiamiento de las universidades nacionales, la emergencia pediátrica y el rechazo a cinco Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), que incluían reformas en organismos como el INTA, INTI, el Banco Nacional de Datos Genéticos y Vialidad Nacional.
Participaron del encuentro Guillermo Francos (jefe de Gabinete), Patricia Bullrich (Seguridad), Luis Petri (Defensa), Sandra Pettovello (Capital Humano), Mario Lugones (Salud), Mariano Cúneo Libarona (Justicia), Luis Caputo (Economía) y Federico Sturzenegger (Desregulación y Transformación del Estado). Cada uno expuso cómo las decisiones legislativas afectan sus áreas y qué estrategias podrían implementarse para contrarrestar el golpe.
El Gobierno ahora enfrenta un escenario complejo en el Senado, donde La Libertad Avanza es minoría, incluso sumando aliados del PRO. Además, la relación distante entre Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel complica aún más las negociaciones. En este contexto, Francos podría asumir el rol de interlocutor con los bloques opositores, aunque aún no se definió oficialmente.
Mientras tanto, la Casa Rosada evalúa vetar las leyes aprobadas, como ya lo anticipó el Presidente en discursos recientes. Entre ellas, se encuentran el aumento jubilatorio, la ayuda a Bahía Blanca y la emergencia en discapacidad, todas con fuerte respaldo social y político.
La sesión en Diputados también obligó a tratar en comisión cinco proyectos sensibles, como la reforma del impuesto a los combustibles y la redistribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), impulsados por los gobernadores. La presión federal se intensifica, y las provincias reclaman mayores fondos ante la caída de la recaudación.
En medio de este escenario, el Gobierno enfrenta una encrucijada política: sostener su programa de ajuste sin perder gobernabilidad. La reunión de Gabinete fue el primer paso para recalibrar la estrategia, pero el desenlace dependerá de lo que ocurra en el Senado en los próximos días.