Tras más de tres décadas de postergaciones, el Gobierno provincial relanza la iniciativa con un nuevo enfoque estratégico: impulsar el desarrollo minero y los servicios asociados desde el norte sanjuanino.
El Gobierno de San Juan anunció oficialmente la reactivación del proyecto de Zona Franca en el departamento Jáchal, una iniciativa que había quedado relegada durante más de 30 años y que ahora vuelve al centro de la escena con un perfil renovado: convertirse en una herramienta clave para el comercio exterior, con foco en el crecimiento de la minería en la cordillera.
El ministro de Producción, Gustavo Fernández, explicó que el objetivo es dotar a la provincia de una plataforma logística y fiscal que potencie la actividad minera. “Queremos darle un perfil minero a la Zona Franca e incorporar servicios específicos para esa industria”, afirmó.
La comisión evaluadora ya trabaja en la búsqueda de un nuevo predio de al menos 40 hectáreas, con acceso a rutas nacionales, servicios básicos y cercanía a los yacimientos. El terreno original, perteneciente al ex Ferrocarril Belgrano, fue descartado por estar dentro del área urbana de Jáchal.
Una historia de oportunidades perdidas
El proyecto de Zona Franca en Jáchal se remonta a 1994, cuando bajo el gobierno de Jorge Escobar, San Juan adhirió a la Ley Nacional de Zonas Francas. Sin embargo, la falta de cesión del terreno y los cambios de enfoque en gestiones posteriores, como el intento de relocalización durante el gobierno de Sergio Uñac, paralizaron su avance.
En 2025, con los plazos administrativos a punto de vencer, la gestión de Marcelo Orrego logró recuperar el derecho provincial y reactivar el expediente original, manteniendo la localización en Jáchal por su valor estratégico en el corredor bioceánico.
Nuevo rumbo, nuevos desafíos
La nueva administración decidió retomar el expediente original y conformar una comisión evaluadora integrada por funcionarios de los ministerios de Producción y Minería. El cambio más significativo es el enfoque minero que se busca imprimirle a la Zona Franca, incorporando servicios específicos para esa industria.
“Jáchal se enclava en una zona geográfica estratégica: la intersección de las rutas nacionales 40 y 150”, detalló Fernández.
El primer paso: elegir el terreno adecuado
El predio original fue descartado por estar dentro del ejido urbano. Ahora, la comisión busca un terreno que cumpla con requisitos específicos:
- Ser público, preferentemente del Estado provincial
- Estar cerca de rutas nacionales o internacionales
- Tener acceso a energía y agua
- Contar con al menos 40 hectáreas
Una vez seleccionado, el terreno deberá ser aprobado por la Secretaría de Comercio de la Nación. Se espera que esta definición llegue en unos cuatro meses, lo que dará paso a la licitación y adecuación de infraestructura.
Inversión inicial y concesión privada
La provincia deberá realizar una inversión inicial para dotar al predio de infraestructura básica. Luego, se abrirá una licitación para que un operador privado o mixto tome la concesión y desarrolle la Zona Franca.
Entre los beneficios que ofrece este régimen se destacan:
- Ventajas impositivas: exención de impuestos de nacionalización para insumos importados
- Beneficios financieros: posibilidad de almacenar mercadería sin pagar impuestos hasta su uso
Visión a futuro
La gestión orreguista contempla la posibilidad de establecer subzonas francas en otros departamentos mineros como Iglesia o Calingasta, una vez consolidada la sede principal en Jáchal.
Fernández fue claro: “La concreción definitiva dependerá del desarrollo minero y de la atracción que generen los inversores privados”. Si la actividad despega, la Zona Franca podría ser una realidad en pocos años.